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Nuestro origen de punta a punta.

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Desde CAESRA SIN FRONTERAS creemos que la erradicación de la pobreza y su consecuencia, pasa por ejecutar cambios en el actual modelo de desarrollo. 

Las organizaciones sociales tenemos un papel fundamental en la generación de esos cambios, y debemos colaborar tanto con nuestros gobiernos como con los organismos internacionales, para se que cumplan los compromisos asumidos y se adopten las medidas que garanticen la coherencia de las políticas que permitan luchar contra la pobreza y la exclusión social. 

Es por ello, que desde CAESRA sin Fronteras, creemos que la cooperación para el desarrollo y la educación deben ir de la mano, ya que ambas son claves para generar cambios en las estructuras económicas y sociales y por lo tanto, en la erradicación de la pobreza. 

En consonancia con el compromiso que tenemos con los principios de coherencia y eficacia en la Cooperación para el Desarrollo, hemos optado por especializarnos en las líneas enmarcadas dentro de la vinculación entre economía y pobreza. 

Así, desde CAESRA colaboramos con organizaciones de países que por un lado, promueven acciones como la participación ciudadana y la incidencia política para el cumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales, y por otro, promueven la generación de recursos económicos y medios de vida sostenibles para colectivos vulnerables, clave en los países de América Latina.

Los que tuvimos la fortuna de haber accedido a la instrucción, desde la escuela primaria a la universidad, tenemos una responsabilidad social implícita, que debemos poner de manifiesto en cada uno de nuestros actos, tanto  profesionales como ciudadanos.

 

No tiene que ver con si pensamos de tal o cual forma, o si apoyamos a tal o cual causa, tiene que ver a quién podemos perjudicar con nuestras decisiones, con nuestras manifestaciones o más aún, con nuestras actitudes…

 

Tampoco debemos tratar de imponer nuestro pensamiento por eso de… “tengo un  doctorado en Yale o estudié en Europa o hice una pasantía en Cambridge”… manifestaciones éstas, que solo tratan de hacer sentir menos importante la opinión de aquellos que solo han estado en su lugar de origen.

 

¿N0 ES HORA YA DE COMENZAR A CONSTRUIR NUESTRA PROPIA IDENTIDAD?

 

Hemos crecido tratando de imitar paradigmas que no nos corresponden ni nos abarcan, por lo menos no nos identifican a todos… Solo a porciones de nuestra sociedad  y como toda mala imitación, termina siendo una burda caricatura del original.

 

Es nuestra responsabilidad como individuos respetar nuestras raíces culturales y nuestras necesidades como sociedad. Escuchar lo que como pueblo se pone de manifiesto en cada uno de los reclamos justos, que haciéndonos  los distraídos solemos ignorar.

 

No podemos seguir permitiendo que una horda de opinólogos foráneos irresponsables nos quieran convencer, utilizando los medios de comunicación,  que estamos todos equivocados en nuestros países y ellos,  siendo unos pocos, tienen la fórmula de salvación  respondiendo vaya a saber a qué “intereses”; y que lo único que han conseguido hasta ahora, es que tengamos que refundar nuestros países .

 

Cada individuo debe tener una responsabilidad de la que tiene que hacerse cargo por ser parte una sociedad y de esa manera tiene la obligación de hacer lo mejor que pueda para el bien de todos con generosidad y vocación de servicio.

 

Hacernos responsables únicamente por miedo a nuestra conciencia,  todos sabemos lo que hacemos mal y las motivaciones mezquinas a las que claudicamos para hacerlo. Es hora de mejorarnos como individuos, por que al ser mejores seremos mejores “nosotros”

 

Llegó el momento de dejar de quejarnos y de buscar la responsabilidad de nuestra situación actual en los otros. TENEMOS QUE HACERNOS CARGO!

 

Estamos como estamos por que cada uno de nosotros tiene una porción de responsabilidad, algunos por hacer y otros por permitir u omitir. Somos lo que hemos construido como sociedad y creer que somos víctimas de las acciones de los demás nos ha perpetuado en la impotencia y la parálisis. La concepción de la realidad basada en creencias infantiles y burdas que nos sobredeterminan, nos encuentran hoy, como espectadores inermes frente a una realidad que se repite cíclicamente hasta el hartazgo.

¿Qué  hacen las demás sociedades de los países del llamado primer mundo? y que nosotros observamos con envidia y explicamos como resultado de milagros o misteriosas causas?¿Será que hacen lo que tienen que hacer?, lo hacen como un conjunto, y no como individuos desintegrados,  aislados sin sentido de pertenencia, como inquilinos desaprensivos e indolentes. Así nos vemos, nos ven y “el polvo de los tiempos nos encontrara parados siempre en el mismo lugar.

 

Es hora de terminar con las excusas, dar un sincero y verdadero debate interno, entre el demonio y el ángel que todos llevamos dentro. Conseguir sacar lo mejor de nosotros  y comenzar a transitar el camino del verdadero cambio individual  para convertirnos en una mejor sociedad. 

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